El ecosistema de búsqueda en línea se encuentra en un estado de cambio. La evolución de la Búsqueda de Google hacia una experiencia más conversacional, impulsada por la IA Overviews, y multimodal, con herramientas como Google Lens, está redefiniendo la forma en que los usuarios interactúan con la información. Al mismo tiempo, el comportamiento está cambiando: las consultas son cada vez más largas, complejas y matizadas, reflejando una intención más precisa.
Es en este nuevo paradigma donde Google ha desvelado su respuesta estratégica para los anunciantes: AI Max. Anunciado en Google Marketing Live en mayo de 2025 y ahora desplegado en versión beta, este conjunto de funciones promete transformar profundamente las campañas en la Red de Búsqueda aprovechando el poder de la inteligencia artificial generativa.
Descifrando Google AI Max: más que una herramienta, una nueva filosofía
Hay muchas razones para lanzar campañas de Google Ads. AI Max es sólo una más. Sin embargo, para los anunciantes y las agencias, la comprensión de una nueva tecnología publicitaria empieza por una definición clara de su naturaleza y alcance. Comprender la esencia misma de AI Max es el primer paso esencial para explotarla correctamente, evitar las ideas preconcebidas que podrían frenar su adopción e integrarla estratégicamente en un sistema ya existente.
¿Qué es exactamente AI Max?
AI Max no es un nuevo tipo de campaña que deba crearse desde cero. Se trata de un conjunto de funciones opcionales, una capa de inteligencia artificial basada en el modelo Gemini de Google, diseñada para mejorar y optimizar las campañas de búsqueda existentes. Más que un sistema independiente, actúa como un «copiloto» estratégico para el anunciante, impulsando el rendimiento a partir de las estructuras y objetivos existentes. Su objetivo es maximizar la relevancia y las conversiones interpretando las intenciones del usuario y las señales de búsqueda con mayor precisión en tiempo real.
Aclaración: qué no es AI Max
Como cualquier gran innovación, AI Max llega con su cuota de ideas preconcebidas. Es esencial desmitificar los más comunes si queremos acercarnos a la herramienta con la visión adecuada:
- No es una herramienta opaca: una de las principales promesas de AI Max es una mayor transparencia. Los anunciantes conservan una visibilidad clara de los términos de búsqueda que activan sus anuncios, los títulos que se muestran y las páginas de destino que elige dinámicamente el sistema.
- No sustituye a la búsqueda tradicional: AI Max no cambia los fundamentos de las campañas. Se integra en las campañas existentes de la Red de Búsqueda y respeta escrupulosamente los objetivos de rendimiento (CPA/ROAS) definidos por el anunciante.
- Esto no significa eliminar el control humano: lejos de ser una «caja negra», la herramienta proporciona a los anunciantes palancas de control esenciales. Los filtros de marca, las listas de palabras clave a excluir y la posibilidad de eliminar componentes generados por la IA siguen estando totalmente disponibles.
AI Max vs. Performance Max: dos enfoques complementarios
Es importante no confundir AI Max y Performance Max, ya que responden a objetivos estratégicos diferentes. La distinción fundamental radica en su ámbito de distribución:
- AI Max se centra exclusivamente en la Red de Búsqueda. Su objetivo es mejorar el rendimiento de las campañas de búsqueda perfeccionando la concordancia de las consultas y la personalización de los anuncios de texto.
- Performance Max es una campaña multicanal global. Publica anuncios en todo el inventario de Google (Search, YouTube, Display, Discover, etc.) para maximizar las conversiones en todos los puntos de contacto.
Por tanto, las dos soluciones no son excluyentes, sino complementarias. Un anunciante puede perfectamente utilizar AI Max para reforzar la precisión y la pertinencia de sus campañas en la Red de Búsqueda, mientras que se apoya en Performance Max para garantizar una presencia global y omnicanal. En resumen: AI Max es un bisturí de precisión para la Red de Búsqueda; Performance Max es una apisonadora omnicanal. Uno busca la relevancia quirúrgica, el otro el dominio total del inventario.
Una vez aclarada esta distinción, el reto para los anunciantes es comprender la mecánica interna que permite a AI Max generar rendimiento, porque ahí es donde residen tanto las oportunidades como los riesgos.
El funcionamiento interno: los pilares tecnológicos de AI Max
En el corazón del rendimiento de Google AI Max se encuentran dos grandes pilares tecnológicos que trabajan en sinergia. La combinación de estas dos funciones permite a la herramienta reinterpretar la intención del usuario más allá de las simples palabras clave y responder con una relevancia y una personalización sin precedentes.
Ilustración de Google
Pilar 1: Coincidencia de términos de búsqueda (STM)
Esta función amplía considerablemente el alcance de las palabras clave existentes. Gracias a la tecnología de concordancia amplia y sin palabras clave, AI Max es capaz de captar consultas relevantes que la segmentación manual habría pasado por alto. La inteligencia artificial de Google analiza en profundidad las palabras clave, las creatividades de los anuncios y las URL de las páginas de destino para identificar nuevas oportunidades de distribución. Comprende el contexto de búsqueda (como la ubicación, el historial del usuario o el dispositivo utilizado) para adaptar los anuncios a la intención de compra específica, incluso si los términos exactos no se encuentran en la lista de palabras clave.
Pilar 2: Optimización dinámica de componentes (Optimización de activos)
Este segundo pilar se encarga de personalizar la respuesta publicitaria en tiempo real. Consta de dos mecanismos complementarios:
- Personalización de textos: la IA genera y prueba automáticamente múltiples versiones de títulos y descripciones para cada anuncio. Estos textos se crean dinámicamente utilizando contenido de páginas de destino, anuncios existentes y señales de búsqueda en tiempo real. Esto hace que el mensaje publicitario sea hiperpersonalizado, adaptándose a la consulta única de cada usuario para lograr la máxima relevancia.
- Ampliación de la URL final: más allá del texto, AI Max también optimiza la ruta del usuario posterior al clic. En función de la intención detectada en la solicitud, el sistema selecciona y redirige al usuario a la página de destino más relevante del sitio web, no necesariamente la definida inicialmente en el anuncio. Este proceso reduce la fricción, guía al usuario exactamente hacia donde encontrará su respuesta y, como resultado, mejora significativamente las tasas de conversión. Para los anunciantes, esto representa un cambio fundamental: el rendimiento ya no depende únicamente de la optimización de un anuncio, sino de la pertinencia global del ecosistema de contenidos del sitio.
Juntos, estos dos pilares forman una cadena de valor completa: el primero identifica la intención más refinada del usuario y el segundo responde a ella con la creación de un anuncio y una página de aterrizaje a medida. Estas innovaciones tecnológicas se están traduciendo en mejoras tangibles del rendimiento, como demuestran los primeros resultados comunicados por Google.
El impacto en el rendimiento: promesas cuantificadas y casos prácticos
Para los anunciantes, la adopción de una nueva tecnología depende sobre todo de su impacto mensurable en los objetivos empresariales. Los primeros comentarios sobre AI Max, basados en datos internos y estudios de casos de Google, apuntan a un importante potencial de crecimiento.
Indicadores clave de rendimiento (KPI)
Google ha publicado cifras de rendimiento medio que ilustran el valor añadido de la solución. De media, las campañas que activan AI Max consiguen :
- +14% de conversiones o valor de conversión, con un CPA (Coste por Adquisición) o ROAS (Retorno de la Inversión Publicitaria) similares.
- Hasta un +27% en conversiones para campañas basadas principalmente en palabras clave de concordancia exacta. Esta espectacular ganancia es el resultado directo de la tecnología Extended Query Matching, que descubre bolsas de usuarios de alta intención a los que las estrategias de concordancia exacta, por definición, no pueden llegar.
Casos prácticos: L’Oréal y MyConnect
Dos ejemplos concretos ilustran el impacto de Google AI Max en diferentes sectores:
L’Oréal
El gigante mundial de la cosmética utilizó AI Max para aumentar la relevancia de sus campañas de búsqueda. Los resultados fueron impresionantes: la tasa de conversión se duplicó, mientras que el CPA se redujo en un 31%. Una de las principales contribuciones fue la capacidad de la herramienta para descubrir nuevas consultas conversacionales, como «¿cuál es la mejor crema para las manchas de pigmentación?», lo que demuestra su capacidad para captar las intenciones reales de los consumidores.
MyConnect
Esta empresa australiana de servicios de conexión también ha aprovechado la solución para mejorar la captación de clientes potenciales. La activación de AI Max se tradujo en un aumento del 16% de clientes potenciales cualificados, acompañado de una reducción del 13% del CPA. Cabe destacar que casi el 30% de las conversiones adicionales procedían de consultas completamente nuevas, a las que la empresa nunca se había dirigido antes.
Este rendimiento plantea una cuestión fundamental que acecha a todos los gestores de campañas: ¿cuánto control real tenemos sobre el mensaje y el presupuesto?
Mantener el control: transparencia y herramientas de gestión para anunciantes
El miedo a perder el control es un obstáculo importante y legítimo para la adopción de tecnologías de automatización de la publicidad. Consciente de esta preocupación, Google ha integrado en AI Max una serie de herramientas de gestión y elaboración de informes, diseñadas para que los anunciantes tengan el control de sus campañas, incluso cuando la IA se encargue de ciertas optimizaciones.
Palancas de control disponibles
Los anunciantes no están indefensos y disponen de un arsenal de parámetros para guiar y limitar la IA:
- Controles de marca: se pueden definir listas de inclusión y exclusión de marcas para controlar el entorno de entrega y garantizar que los anuncios aparezcan (o no) junto a marcas específicas.
- Gestión de URL: las exclusiones de URL pueden utilizarse para evitar que el sistema redirija el tráfico a páginas irrelevantes (por ejemplo, la página de contacto o el blog). A la inversa, las inclusiones de URL pueden utilizarse a nivel de grupo de anuncios para guiar a la IA hacia páginas prioritarias.
- Orientación geográfica basada en la intención: un nuevo parámetro, «lugares de interés», permite una orientación geográfica más precisa a nivel de grupo de anuncios, basada en la intención del usuario y no sólo en su ubicación física.
- Excluir palabras clave: las listas de palabras clave negativas siempre se respetan, lo que garantiza que los anuncios no se activen en consultas no deseadas.
- Advertencia sobre los activos anclados: este es el compromiso más crítico que AI Max impone a los anunciantes. Cuando se activa la funcionalidad «Extensión de URL final», no se respetan los activos anclados en los anuncios responsive. Google justifica esta decisión dando prioridad a la relevancia absoluta de la página de destino, pero esto crea una tensión directa entre la optimización algorítmica y la necesidad imperiosa del anunciante de controlar su mensaje de marca.
Informes mejorados para mayor transparencia
Para complementar estas herramientas de supervisión, Google ha mejorado la granularidad de los informes con el fin de comprender mejor las acciones de la IA:
- El informe de términos de búsqueda se ha mejorado para incluir títulos y URL elegidos dinámicamente, así como un nuevo tipo de coincidencia «AI Max» para identificar consultas incrementales.
- Los informes de los componentes muestran ahora indicadores clave de rendimiento (KPI) que van más allá de las simples impresiones, como el gasto y las conversiones.
- Los anunciantes conservan la opción de eliminar los componentes generados automáticamente por la IA si no cumplen las normas de la marca.
A pesar de este arsenal de controles, las primeras reacciones del mercado están poniendo de manifiesto retos y áreas de vigilancia que todos los anunciantes deben prever.
Retos y puntos a tener en cuenta: las preocupaciones de los anunciantes
Aunque las comunicaciones de Google hacen hincapié en el rendimiento y el control, los expertos en la materia y las agencias ya están destacando varias áreas de riesgo que todos los anunciantes deben prever.
Riesgos identificados por el mercado
Las preocupaciones planteadas por los profesionales del marketing digital pueden resumirse en cuatro categorías principales:
- Seguridad de la marca: el principal riesgo es que la IA, al generar automáticamente titulares y descripciones, pueda basarse en fuentes no aprobadas o malinterpretar la información. Esto podría dar lugar a la difusión de afirmaciones engañosas, inexactas o legalmente delicadas, dañando la imagen de la marca.
- Falta de precisión contextual: a pesar de sus avances, la inteligencia artificial puede carecer a veces de comprensión de los matices propios de un sector de actividad. Las interpretaciones erróneas pueden llevar a generar textos, enlaces o imágenes inapropiados o simplemente irrelevantes.
- Fuga de gasto: varias agencias informan de un fenómeno de «fuga de gasto», en el que las inversiones previstas para la red de búsqueda se redirigen a las redes de display. Este problema es crítico porque corrompe los datos de atribución de canales, lo que dificulta a las agencias demostrar el valor específico de sus campañas de búsqueda y mantener la integridad de sus informes.
- Pérdida de control estratégico: más allá de los aspectos técnicos, persiste una preocupación más general: la de ceder a un algoritmo un control excesivo sobre el mensaje de la marca, el tono utilizado y la asignación presupuestaria, por muy eficaz que sea.
Ante estos retos, se recomienda un enfoque metódico y cauteloso para integrar AI Max de forma segura y eficaz.
Guía práctica: recomendaciones para un despliegue controlado
Esta sección pretende ser una guía de buenas prácticas para los anunciantes que deseen probar e implantar AI Max. La adopción de un enfoque estructurado minimizará los riesgos potenciales, al tiempo que maximizará las posibilidades de éxito y aprovechará al máximo su potencial.
Pasos clave para empezar a utilizar Google AI Max
- Comience con pruebas progresivas: no cambie toda su cuenta a la vez. Lance una prueba A/B en un perímetro limitado y bien definido, como una campaña específica o un grupo de anuncios, para medir con precisión el valor añadido en sus indicadores clave.
- Cuide la calidad de sus recursos: la inteligencia artificial se alimenta del material que usted le proporciona. Asegúrese de que sus páginas de destino sean claras y ricas en contenido, y de que los títulos y descripciones existentes sean de calidad. Unos recursos de calidad conducen a una optimización de calidad.
- Seguimiento activo de los informes: dedique tiempo a analizar periódicamente los nuevos informes detallados. Son una mina de oro para entender las opciones de IA, identificar nuevas consultas de alto rendimiento y extraer ideas estratégicas para su cuenta en su conjunto.
- Utilice herramientas de control: no pase por alto las salvaguardas que tiene a su disposición. Utiliza proactivamente filtros de marca y exclusiones de URL para mantener el control de la distribución y garantizar la seguridad de tu marca.
- Aclare la estrategia omnicanal: si también utiliza campañas Performance Max, defina claramente la función y el alcance de cada tipo de campaña. Una buena estructuración de las cuentas es esencial para evitar solapamientos y garantizar una lectura clara de los resultados.
- Asignar un presupuesto de prueba suficiente: Google desaconseja probar AI Max en campañas con un presupuesto diario inferior a 50 euros. Es necesario un presupuesto adecuado para que el algoritmo disponga de datos suficientes para aprender y optimizar eficazmente.
Siguiendo estos pasos, los anunciantes pueden prepararse para lo que promete ser una transformación profunda y duradera de la publicidad en la Red de Búsqueda.
AI Max, un avance clave en la publicidad en buscadores
AI Max no debe verse simplemente como una actualización técnica de Google Ads, sino como un cambio de paradigma. Marca el paso de una publicidad predominantemente reactiva, basada en la concordancia de palabras clave, a una publicidad proactiva y predictiva, basada en un profundo conocimiento de la intención del usuario.
Este imperativo estratégico redefine la relación entre anunciante y consumidor. A pesar de los retos legítimos asociados a la automatización, Google AI Max representa una gran oportunidad para que las marcas concilien por fin rendimiento y relevancia a gran escala.
La opinión de los expertos de Effinity
Vemos Google AI Max como una oportunidad única para que nuestros clientes :
- Identificar nuevos motores de crecimiento mediante el descubrimiento de nuevas consultas
- Mejorar la rentabilidad optimizando la distribución y la pertinencia de los anuncios
- Ahorre tiempo con la automatización inteligente sin perder el control
Aunque la IA no puede sustituir a la experiencia humana, se está convirtiendo en un aliado esencial para seguir siendo competitivos. Con AI Max, Google refuerza su papel como motor de descubrimiento e intención. No dude en ponerse en contacto con nosotros si desea que nuestra agencia de Google Ads le ayude a integrar AI Max y a convertir estas nuevas capacidades en un rendimiento tangible y medible.